Pregunté muchas veces
con el dolor encendido
y las dudas acuestas.
con el dolor encendido
y las dudas acuestas.
De mil noches de tristeza
tú eres la respuesta.
tú eres la respuesta.
A las traiciones del pasado
a las lágrimas
al corazón cansado
que, lastimado
no hallaba seguro ningún regazo.
Tú has venido como agua fresca en el desierto
a dar por concluida esta guerra
tú eres regalo del cielo
bendito el amor
que Dios me ha mandado.
Pido con toda la Fe
ser yo la mujer
que cuide tu corazón con virtud y entereza
y que seas tú el hombre que con amor
camine junto a mis pasos.