Devélate ante mí que yo ya te he descubierto. Tu miranda clavándose en mí, amándote desde antes de que tú ya supieras que me amabas también. Y amándote yo, incluso cuando ya no quiero hacerlo.
Qué más da. Descúbrete como eres, conmigo ámate como con nadie más has podido. Ama la vida, ama mis besos; ama todo lo prohibido.
Y huéleme, acaríciame, recibe entre tus brazos mi pequeño cuerpo; grande de ti. Porque tú y yo queremos.
De esta vida todo lo que hemos amado son tus labios en los míos.