Me habitas
en el corazón
y en el espacio de mi cama
que se siente vacía.
Me dijiste que para acercarme a tu piel
sólo necesitaba poesía,
y heme aquí
escribiéndole a tus pies y a tu sonrisa.
Son mis líneas un pretexto
para encontrarte,
para decir lo que te quiero decir;
para guardarte.
"Fuiste hecha para mí,
para siempre",
me gusta pensar todo el tiempo
y algunas veces.
Fuiste hecha a mi medida
con los errores y aciertos;
con los defectos
y la virtud que llevas dentro.
Y soy cobarde -lo sé-
por intentar tocarte con palabras
y no con mi cuerpo; pero me habitas,
es cierto.