Te me deslizas cual gota de lluvia en mi espalda:
lenta, serena
y fresca
en mi piel seca.
callan mi boca,
para no gritarte mi angustia;
me vuelvo loca.
Nada que decir,
entre más distancia
te siento más cerca;
y el alma más se me alborota.
Y me duele todo -todo-,
del corazón a los pies.
Desde la sombra
hasta el silencio que te ve y te toca.
Mucho qué decir,
es el "buenos días",
es la lluvia,
es la luna en luna llena.