Diana Navarro

18 de diciembre de 2013

Te sé, me sabes, nos sabemos

Te conozco la mirada como la luna
conoce la noche y la madrugada.
La sabe suya, se sabe tuya mi alma.

Te conozco las sonrisas:
las sinceras, las que ocultas
y las que todos te miran.

Yo conozco tus pies y tus dedos,
y tu baile al caminar;
los movimientos de tu cuerpo.

Te conozco hasta lo miedos (yo soy uno de ellos),
los que son demonios tuyos
y los que te impusieron.

Eres como un libro abierto
a mis ojos que quieren mirarte,
a mis labios que saben pronunciarte.

Como tus manos
canelas,
largas y suaves.

Me tienes.
¿Te tengo?
¡Te deseo!

Te sé, 
me sabes,
nos sabemos.