Diana Navarro

9 de agosto de 2013

Me lleva la chingada

- ¿Todo bien? -Me preguntó -¿Por qué lloras?
- Porque me lleva la chingada -Respondí yo -Para seres locos y dolidos del alma y del corazón, caminar por las calles es un remedio maravilloso (y barato, al menos más que un psicólogo). Llorar en los camiones y mirar por la ventana ayuda a distraer los pensamientos, no hay mejor lugar para la filosofía personal.
Me miraba atenta a mis palabras.
- Me duele hasta la chingada -Seguí diciendo -Estoy hasta la chingada. Quiero irme a la chingada…o a donde no se sienta nada. Mandar todo a la chingada. Hacer lo que se me de mi chingada gana -Concluí casi a gritos y con los ojos sumergidos en lágrimas.