Tengo una lluvia que te aguarda,
un poema, un canto,
un clavel y una carta.
Tengo dedos necios que buscan tu silueta desalineada,
un silencio que me mata;
tengo un "regresa" atorado en la garganta.
Tengo en los labios éstas letras que te plasman,
palabras que te llaman,
que nadie escucha y me desgastan.
Tengo la soledad en mi cama,
acostada,
abrazándome por la espalda.