Habla el corazón
cuando sin querer los labios sonríen de más,
cuando me tiemblan las manos
y para no acercarme a tu boca
tengo que morderme los labios.
Da la sensación de estar en el cielo
cuando estoy en sus brazos,
y se detiene el mundo entero,
y estar ahí es seguro;
y la vida se me desborda ahí a su lado.
Como a jardín de rosas huele su cabello,
su voz, su acento,
la sonrisa y su aliento,
como un secreto a voces
que no se silencia en mi pecho.
Habla el corazón y dice tu nombre.