Diana Navarro

30 de enero de 2015

Poco a poco y para siempre


Mi vida comienza en tus ojos

en tus brazos

un racimo de sueños.

Quiero entregarte mis años

reencontrarme en tus labios

bañarme de ti

y perderme en tus manos.


Porque todo, amor, lleva tu nombre

se mi escudo

y mi soporte.

No quiero más vida sin la tuya

ni más besos sin tu boca

yo quiero que me embriagues

que me enamores toda.


Poco a poco y para siempre

hasta que el oxígeno no haga falta

hasta ser unas sola tu mirada y mi mirada.

Y tu olor a frutas

y mis pies pequeños

que caminan a tu lado

y tú quitando todas las dudas.


Yo quiero ser ella

y tú el indicado

que riega el terreno

de mi corazón de ti embelesado.

Donde fecunda y crecen las flores

donde antes hubo daños.

Donde hoy las mariposas se posan y vuelan de mi pecho a tus manos.

9 de enero de 2015

Eternamente



Este no es un poema ni una carta de amor
ni de añoranza
ni de olvido
ni de perdón.
Estas líneas son solo letras 
que me retratan el corazón.

Yo te amé desde siempre,
cada poro tuyo
cada cabello
cada mirada
cada beso
cada caricia
cada momento.

Yo te amaré para siempre
en el recuerdo
en el olvido
en mis respiros
en los latidos
en los segundos de mi reloj.

Por ahora sólo le pido al tiempo compasión
y que si te extraño
o te lloro a gritos
sepa Dios que es por amor.
Y que sepas que si alguna vez te escribo
es para calmar al corazón.

Mientras tanto vida mía
aunque yo no sepa qué será mañana
que los pasos sean firmes en tu camino
para que si el destino quiere
sepas encontrarme 
y te traigan de vuelta a este nido.

Gracias por este amor tan puro
tan pleno
tan mío y tuyo.
Te espero en algún lugar 
(no sé dónde pero hasta siempre)
donde podamos encontrarnos eternamente.