Diana Navarro

4 de diciembre de 2016

Improvisados III

Hablar de las estrellas, del amor, de nada.
Sin prisa y con el alma en risa.
Contigo quiero un café solamente, y leer tus libros, saber de ti lo que tampoco tú conocías.
Hablarnos con los ojos, con la boca. En el idioma que tú quieras;
con tu acento o con el mío, eso no importa.
No busco besos ni propuestas indecorosas, quiero unas horas de tu tiempo.
Que tus historias me sepan a café de la tierra...de la tierra que tú vienes.

Háblame de lo que quieras.
Conmuéveme,
convénceme de que no es sólo coincidencia,
sino bendición nuestro encuentro.


3 de octubre de 2016

Improvisados II

Muchas veces te imagino regresando. Llenándote de mi amor como si nunca hubiera pasado el tiempo. Llegando y tomando vida de mis besos y arrebatándome la pasión del cuerpo.
Te imagino mirando mis ojos, deslizando tus manos; imagino tantas cosas que podrían ser si estuvieras a mi lado.
Nos imagino caminando tomando de nuestras manos el sentido del camino.
Como antes, como siempre. Te imagino.


Improvisados I

Devélate ante mí que yo ya te he descubierto. Tu miranda clavándose en mí, amándote desde antes de que tú ya supieras que me amabas también. Y amándote yo, incluso cuando ya no quiero hacerlo.
Qué más da. Descúbrete como eres, conmigo ámate como con nadie más has podido. Ama la vida, ama mis besos; ama todo lo prohibido.
Y huéleme, acaríciame, recibe entre tus brazos mi pequeño cuerpo; grande de ti. Porque tú y yo queremos.
De esta vida todo lo que hemos amado son tus labios en los míos.


16 de agosto de 2016

A la hora que tú vengas a dormir conmigo

Cuando termine el día
y la luna se haya asomado.
Yo voy a compartir de mis espacio
mi cobija más cuidada
y mi pijama por fin combinada.

Para recostarme donde estés tú
donde tu pecho llame mi cabeza
y repose cálido el corazón.
A la hora que tú vengas a dormir conmigo
en el día que menos espere yo.

Cuando te decidas
a que tu camino
sea junto el mío.
Con los pies descalzos
y en las manos un puñado de amor.

Para compartir la vida
y los sueños contigo.
Aquí al caer la noche
donde albergo entre mis brazos abrigo
siempre en el mismo sitio.



29 de mayo de 2016

La sonrisa de tus ojos

¡Ay, si yo pudiera
mantenerte dentro de mis besos!
Con esa sonrisa tuya
que te prende la mirada
que te enciende el pecho;
como a mí.
Y sé que se te alebresta el alma
hasta sentir que pierdes el control de las palabras
que fuertes me quieren decir
que si no eres conmigo
y yo no soy de ti
no tiene forma ni sentido la vida que nos tocó vivir.
Si tan solo pudiera arrebatarte al tiempo
que te aparta
que me aleja
y nos separa.
¡Insolente el reloj y calendario!
Él no sabe que lo que es amor no tiene fin.
Ay, la sonrisa de tus ojos
que te delata
porque cuando nos miramos
sabemos que nuestro sitio es ahí.
Que somos dos cuerpos hechos a la medida
dos corazones en un mismo latir.
Y es que tienes soles, no pupilas
y en tu voz la dulce brisa
que me acaricia cuando tu voz es para mí.
Aunque estemos en sitios distintos
cuando te miro también mis ojos me traicionan.
¡Ay, si pudiéramos amarnos así!

7 de mayo de 2016

Hasta aquí llegamos.

Contigo llegué hasta donde pudimos llegar:

Unos cuantos coqueteos, palabras al viento
miradas de misterio.
No puedo darte otra cosa
no sabes, no quieres.
Y yo no quiero ser imprudente
al amarte como tú no vas a amarme,
ni quererte en mis amaneceres,

No te culpo
no tienes porqué recibir mis flores
ni las canciones que te canto,
yo asumo que llegué tarde a tu vida
y que al día siguiente debes irte temprano.

Por eso hasta aquí llegamos
sin la prisa ni mis arrebatos de querer caminar de tu mano
de hacer (y deshacer) la cama a tu lado.
O besarte a la distancia
y perderme en tu mirada
luego de besos colmarnos.

Hasta aquí te quise.
Hasta aquí te sigo.
Hasta aquí te escribo.
Hasta aquí llegamos.



20 de abril de 2016

Urge

Mirarte a los ojos por las mañanas y llevarte el café.
Darte el lado más largo de mis sábanas para cubrirte de la cabeza a los pies.
Llevarte flores y algunas noches serenata.
Escribirte poemas en hojas de papel.

Todo eso me urge
me quema cada poro;
me inflama el corazón
y la piel.

Urge que entiendas
que te sepas mi necesidad.
Y que de tu pecho salga un
"yo también te quiero igual".

Deja de ser deseo
pasión
necedad.
Me urge que seas real.


17 de marzo de 2016

Hoy no está Dios


¿Dónde está Dios? Dónde está ese viejo que me tiene arrodillada ante la vida, con el alma prendida en dolor. Que si me diera la cara yo te prometo le reclamaría la manera en que me juzgó.
Yo hoy no lo veo ni en el resplandor del cielo, ni en ninguna oración. Hoy Él parpadeó.
Y en su parpadeo me ha dejado hilacha y sin ninguna pasión. A las aves las dejó sin canto y sin calor al Sol. Hasta al viento sin aliento y a mis piernas sin motor. A las laderas sin atajos que conduzcan a Su amor. Y a los mares sin la sal que les da su sabor.
Hoy no está Dios. Se ha olvidado de todo lo bueno de Su labor,y le ha quitado el altruismo a la vida. Me ha quitado también lo que mi piel nunca rozó. Sin previo aviso, como un canalla ladrón.
Se le ha olvidado la pizca de bondad y misericordia de la que me hablan y se le ha olvidado el pedazo de humano que soy.

Entre dientes tengo el corazón y Él además de ciego se hace el sordo, porque gritando le pregunto dónde se ha escondido todo este día; ¿en Su celestial mansión?
Yo que nunca le pido nada pero le platico todas las noches con devoción. Nunca respondió.

2 de marzo de 2016

Resignación



¡Salte de mi piel por favor!
Salte de mi pecho
de mis ganas
de mi corazón.
Deja que mis raíces se nutran de otra tierra
de otro cuerpo
y otro amor.
Deja ya de estar en cada respiración.
Y entre mi llanto, entre mi risa
en todo este caos que soy.

Mis fuerzas me reclaman
soy y no soy.
Vete y ya no vengas
échate al fuego como el fuego que en mí quema.
Porque eres neblina y divino sol
¡Qué perversión!
Que se ha incrustado en estas manos
que te escriben
que te hacen sonar en cada canción.

Y es que te me has hecho medicina
y veneno del peor sabor.
Por eso
ya no me leas, no me sonrías
no me estalles en los ojos
en la vida;
en estas manos que te alcanzan
pero las dejas vacías.
Ya no.

Déjame poco a poco ser como tú
con tu frío, con tu olvido;
como tus pies que corren y caminan.
Aun con el dolor inflamado en cada poro
déjame sacarte de esta ilusión. 

Odiarte con los dientes y las uñas
hasta que ya no seas ni de mi imaginación
ni del olvido
ni de los sueños
ni de esta forma tan más limpia como te quiero yo.
Vete a ser castillo de otra arena
que a mí se me ha terminado la resignación

2 de febrero de 2016

¡Eres tú!



Me volví a encontrar contigo
no sé si como bendición o como karma
pero eres tú.
En otra piel
en otros labios
y en otra cama,
Es tu nombre formado por otras letras
pero tu nombre al fin.
Y las palabras que había reservado para ti
pero en otros poemas.
Son mis manos sintiendo tu cuerpo
y mis pies caminando por el filo de un precipicio 
por el que ya he andado.
Es tu infierno
tus excesos y tus halagos.
¡Eres tú!
Es el mismo paraíso que ya me han prometido
y que no he encontrado.
Me sabes a miel tan pura
a misterio
a salvación y cura.
Eres tú en unos ojos que no son marrón
pero que miran igual de hermoso.
Eres tú en una carne que también me incita
pero no se queda
y se burla
y me llena.
¿Cuántas veces he de encontrarte?
En tantos otros.
En tantas noches como esta.
Eres tú en otros besos.
Eres tú como antes ahora.

16 de enero de 2016

Carta para tus ojos

Voy a escribirle a tus ojos una carta, como si tus ojos fueran tus oídos, como si en verdad fueras a leerme.
No para decirte que son bonitos...eso ya se lo has de haber escuchado a otras tantas personas; y es que no son bonitos, ¡son bellísimos!
Yo quiero escribirle a tus ojos que me cautivan, que me conmueven, que me inundan cada rincón; que en mí habitan.
Porque miro al cielo y te imagino mirándolo al lado mío: las nubes, las aves, los astros. Si tus ojos me acompañaran a mirar este cielo que yo miro. Pero tus ojos están allá, frente a los de alguien distinto a mí. Distinto en el modo, en la palabra, en el corazón. Si tus ojos me acompañaran, no tendría nada más por pedirle a la vida.

De verdad, no te miento cuando te escribo que a tus ojos los quiero mirar por debajo de mis sábanas. Por la mañana, cuando llueva y haga frío y te haga un lugar en mis brazos y ya no quiera soltarte.
Cuando el día se haga muy pesado y solamente me baste con mirarte.
A tus ojos los quiero en las cenas románticas, en los paseos por las tardes. A tus ojos yo quisiera besarles y cuando creas que ya he terminado, robarles un beso más.
Son como dos mares donde quisiera navegar...y perderme y encontrarme. Son ese trigo en el campo que hace que las hectáreas se disfruten a pie o a caballo; pero mejor a pie tomando de tu mano.
Yo ya no encuentro cómo llamarles, o si hacerles una poesía o un cuento, o dibujarlos, o cantarles.
Los acurrucaría entre pétalos, te lo prometo.

Ay, si tus ojos me miraran a mí...si tus ojos me hubieran ya encontrado.
Qué no diera yo por tus ojos reflejados y fundidos con los míos.







4 de enero de 2016

No tengo prisa

No tengo prisa
puedo poco a poco descubrirte.
Disfrutar de tus ojos
tu sonrisa.

Vámonos despacito
para cantarte de cerquita a tu oído
y así sonar muy fuerte
en tu corazón.

No tengo prisa
te guardo en mi calma;
un poema
una noche llena de estrellas.

Por eso
a mí no me interesa quitarte la ropa
ni  tenerte en mi cama
sin antes haber flechado tu alma.

Descubrirte las huellas
el perfume de tu cuerpo
tus malo hábitos
tu cabello despeinado.

Vámonos por este camino
a pasos lentos
que yo no quisiera imponerle al corazón
lo que es del tiempo.