Diana Navarro

28 de septiembre de 2017

No recordar

Ya no recuerdo cómo era amarnos
sabes a pasado
hueles a polvo
te sientes como los siglos que vienen en fotos
acomodadas entre enciclopedias de años pasados.
Da lo mismo porque tú me olvidaste primero
cuando desperté al día siguiente que te fuiste
-ya no recuerdo ni la fecha, ni la hora, ni el clima-
tú ya no te sabías mi nombre
ni mi edad
ni la dirección hasta la casa que tantas veces fue tuya también
y aunque agrietada
esperaba con paciencia vernos envejecer.
No te culpo 
ni te odio
pero sí detesto la prisa que te hizo salir corriendo
con los pies yendo al lado opuesto;
supe siempre que no era la meta
sino el banderazo de salida.
Y que nadie me mal interprete
no estoy triste
eso ya no es para mí después de tanto
sé que el lugar que dejaste vacío lo ocupará alguien;
por placer, por pasatiempo o por amor, da igual
ya no creo en nada.
Aunque soy joven y tengo la piel bien estirada
aunque otros cuerpos me hayan incendiado
(ay, el amor verdadero y el fuego se parecen tanto).
Hoy
no recordar es una ventaja en realidad
luego de haberte amado así: tanto.
Sabe a bendición, a lujo, a regalo.