¿Dónde está Dios? Dónde está ese viejo que me tiene arrodillada ante la vida, con el alma prendida en dolor. Que si me diera la cara yo te prometo le reclamaría la manera en que me juzgó.
Yo hoy no lo veo ni en el resplandor del cielo, ni en ninguna oración. Hoy Él parpadeó.
Y en su parpadeo me ha dejado hilacha y sin ninguna pasión. A las aves las dejó sin canto y sin calor al Sol. Hasta al viento sin aliento y a mis piernas sin motor. A las laderas sin atajos que conduzcan a Su amor. Y a los mares sin la sal que les da su sabor.
Hoy no está Dios. Se ha olvidado de todo lo bueno de Su labor,y le ha quitado el altruismo a la vida. Me ha quitado también lo que mi piel nunca rozó. Sin previo aviso, como un canalla ladrón.
Se le ha olvidado la pizca de bondad y misericordia de la que me hablan y se le ha olvidado el pedazo de humano que soy.
Entre dientes tengo el corazón y Él además de ciego se hace el sordo, porque gritando le pregunto dónde se ha escondido todo este día; ¿en Su celestial mansión?
Yo que nunca le pido nada pero le platico todas las noches con devoción. Nunca respondió.