Mujer de flores
de vientre de dulce
y senos de algodón.
Con boca de fiera
y las manos de seda
tocándome el corazón.
Eres prohibida
divina
Diosa recostada sobre mi cama
desnuda y dispuesta
a mis manos
que de tu belleza no merecen muestra.
Yo me sé el sabor de tu boca
hasta tus dedos
a miel y a fruta
y en tu oído
un estallido de pasión, furia
y fuego.
Yo que he visto el milagro de tu orgasmo
que he sentido tu sudor en mis labios
y he profanado tu cuerpo sagrado
he sido testigo
de que eres ángel
más que diablo.