Diana Navarro

23 de septiembre de 2018

Ahí

En todos lados y a todas horas.
En la silla del parque 
en la sombra bajo el árbol
en mi ensayo de los jueves
frente a mi cámara encendida antes del disparo
o en el frío de mis brazos.
Entre las cobijas
en mis labios
sobre la carretera y los aviones.
Junto a mi sombra
de mi mano
en nuestros sitios
o en los más lejanos;
en el norte o en el sur.
En una almohada junto a la mía
junto a mis pasos también
y en el cuerpo que me arde.
En el entierro de mi abuela
en la enfermedad
o cuando murió mi perro.
En mi nuevo empleo
la luna nueva, la llena
en el vestido que estreno.
O en la música en vivo del bar
al compás del vals.
En la emoción de un anillo de compromiso
y los votos de amor
o en la poesía y los cuentos
las rosas, las risas
los celos y los besos de reconciliación.
Ahí
en todos los sitios donde nunca llegaste
y donde nunca estarás.

15 de agosto de 2018

En el preciso momento

Quiero meterte bajo mi piel; enterrarte.
Porque ahí está lo que me pertenece
lo que el mundo no contamina
ni corrompe
y lo que nadie puede arrancarme.
Ahí de bajo es plenamente mío
como te quiero:
con las alas al viento
con tu mano en mi mano
y mis letras en tu pecho.
Penetrarnos como el mínimo rayo por las aberturas;
así con nuestra luz y nuestros cuerpos.
Sin poseerte pero atesorando hasta la sombra
que te sigue al moverte entre las gentes,
haciéndote diferente;
no como las vanalidades 
sino como la vida perenne 
de mis venas y mi corazón.
Así quiero tenernos:
desde el cabello
hasta los pies
pero estallando en los labios
el estómago
y el cuello.
Con el verso erotico
y a la vez con la inocencia del juego
ese
al que se presta la piel
pero no el alma si no es en el sitio correcto.
Como ese donde estamos;
en el preciso momento.


23 de julio de 2018

Los otros


Los otros son solo la sombra.
No me miran ni aunque les regale mis ojos
no me tocan ni quitándome la ropa
ni me oyen a los gritos.

Y sin embargo hacen como si todo fuera cierto:
sus caricias acartonadas
sus canciones sin letra
las mañanas en mi almohada. 

Son ajenos
a mi piel, mi corazón y mis besos
porque no les pertenece de mí ni un pensamiento,
porque en mis ojos no está su reflejo.

Son otros, no son nada.
Ni amor, ni seducción
ni poesía, ni cuento;
son de ti un lejano intento.

A veces son hasta error
deseo sin corazón
y sin aliento;
asfixiado intento de amor.

Son la mentira que me invento
y sin embargo no me creo
porque no es cierto
que les quiero como te quiero

Es falso
que les conozco hasta el brillo de los ojos
o la risa cuando es solo risa
y cuando es carcajada.

Porque no son tú, son otros
"los otros"
que no se parecen ni a nadie ni a nada,
que no son amor sino simple novedad para las ganas.

16 de mayo de 2018

Pendiete

Te debo todas las lunas que me han visto sin ti por las noches
en mi ventana,
su luz y el sol de mis mañanas.
Esas, donde me levanto y camino sola
porque no me acompañas;
sin mapa,
solo con las ganas que me sobran
pero que me alcanzan para buscarte entre las gentes extrañas.
Solo para decirte cuánto te he extrañado,
cuánta falta le haces a mi cuerpo,
que si avanzo me tropiezo,
que hasta el planeta cambió de rotación.
Porque tengo pendiente una carta,
una sonrisa y un beso;
un abrazo tan fuerte que me haga latir de nuevo.
Y una vida completa
donde mi vientre y tu pecho sean uno solo,
una donde hasta el amor sienta celos de todo mi amor.

22 de enero de 2018

¿Y conmigo?

Voy a apartar de tu vida mi mirada
resetearme hasta el alma y seguir
por el destino que tu olvido me ha trazado.
Sin ti pero tampoco conmigo.
Voy a llevarte
todavía de la mano
al olvido
a donde tu voz ya no sea necesaria.
Ni tu cuerpo
ni tus brazos
ni el recuerdo que de ti guardo.
Van a ayudarme los días del calendario
hasta hacerte (casi) cenizas;
qué desgracia que el polvo siempre haya cualquier rincón.

Vas a despertar al otro lado
donde no te mencionan
donde no haces falta
ni para los malos momentos
ni para el amor bajo la lluvia.
Ahí donde no está mi corazón
ni mi ausencia
porque tampoco tú me recordarás.
Solo el limbo
donde va lo que no debió haber existido
donde reposa lo que jamás debió haberse sentido.

¿Y conmigo? ¿Qué voy a hacer conmigo?
Se me van a caducar los besos
y la piel va a marchitarse
podrirse
y hacerse de papel
casi sin vida.
Voy a quedarme en este sitio
que ya tampoco parece mío
pero donde los muertos sí hablan.


1 de enero de 2018

Háblame

Háblame de las cosas que las canciones de amor y las novelas no cuentan.
De las estrellas, el mar, tus ojos, el tiempo, los cuerpos, los sueños y los miedos que te integran.
Cuéntamelo como un cuento, como si fuera yo una niña pequeña, curiosa y ansiosa de saber las historias que te conforman.
Sentado junto junto a mí o tirados al pasto, no importa, pero cuéntame sobre nosotros y sobre ti.
Para aprenderte, descubrirte, enamorarme.
Háblame al oído la poesía que tus labios pueda recitarme, y otras veces, háblame de las hadas que te revolotean en la panza, de los escalofríos que te atrapan, de todo lo que amas.
Háblame de lo que importa y lo que no también, de las verdades de la vida y sus trampas, del amor y sus enigmas, del pasado y tu filosofía. Quiero que me cuentes, que me empapes de ti, de quien eres, quien fuiste y serás también.
Antes de besarme, háblame, de lo que quieras, pero háblame, que quiero primero amar tu voz, antes que a tus labios y a tu cuerpo.