Diana Navarro

27 de marzo de 2015

Yo nunca he sabido cómo amarte

Yo nunca he sabido cómo amarte
pues te amo hasta en el olvido
con todo lo que soy
y nunca he sido.

Jamás aprendí
te he amado hasta con los dientes
al morderme el corazón de la rabia
de saber que no me perteneces.

Y con mis pies también, vida mía
que siempre me regresan a donde tú estás
o donde no eres
o donde en mí habitas.

Te he amado en tantas cartas
tantas veces
tantas líneas
en que no me lees ni me entiendes.

Acuérdate cuando te miraba a los ojos
y sin decir palabras
yo te estaba jurando que te amaba
entregándote toda la esencia de mi alma.

Te amo con osadía
porque en secreto me atrevo
a bendecirte en las noches
a cantarte en el día.

Y en estos versos mi razón ya se siente traicionada
mas que la luna se haga desentendida
de lo que en mi pecho y mi pensamiento
de ti guardan.



6 de marzo de 2015

Tú eres la respuesta

Pregunté muchas veces
con el dolor encendido
y las dudas acuestas.
De mil noches de tristeza
tú eres la respuesta.

A las traiciones del pasado

a las lágrimas
al corazón cansado 
que, lastimado
no hallaba seguro ningún regazo.

Tú has venido como agua fresca en el desierto

a dar por concluida esta guerra
tú eres regalo del cielo
bendito el amor
que Dios me ha mandado.

Pido con toda la Fe

ser yo la mujer
que cuide tu corazón con virtud y entereza
y que seas tú el hombre que con amor
camine junto a mis pasos.