Yo nunca he sabido cómo amarte
pues te amo hasta en el olvido
con todo lo que soy
y nunca he sido.
Jamás aprendí
te he amado hasta con los dientes
al morderme el corazón de la rabia
de saber que no me perteneces.
Y con mis pies también, vida mía
que siempre me regresan a donde tú estás
o donde no eres
o donde en mí habitas.
Te he amado en tantas cartas
tantas veces
tantas líneas
en que no me lees ni me entiendes.
Acuérdate cuando te miraba a los ojos
y sin decir palabras
yo te estaba jurando que te amaba
entregándote toda la esencia de mi alma.
Te amo con osadía
porque en secreto me atrevo
a bendecirte en las noches
a cantarte en el día.
Y en estos versos mi razón ya se siente traicionada
mas que la luna se haga desentendida
de lo que en mi pecho y mi pensamiento
de ti guardan.