Diana Navarro

2 de febrero de 2016

¡Eres tú!



Me volví a encontrar contigo
no sé si como bendición o como karma
pero eres tú.
En otra piel
en otros labios
y en otra cama,
Es tu nombre formado por otras letras
pero tu nombre al fin.
Y las palabras que había reservado para ti
pero en otros poemas.
Son mis manos sintiendo tu cuerpo
y mis pies caminando por el filo de un precipicio 
por el que ya he andado.
Es tu infierno
tus excesos y tus halagos.
¡Eres tú!
Es el mismo paraíso que ya me han prometido
y que no he encontrado.
Me sabes a miel tan pura
a misterio
a salvación y cura.
Eres tú en unos ojos que no son marrón
pero que miran igual de hermoso.
Eres tú en una carne que también me incita
pero no se queda
y se burla
y me llena.
¿Cuántas veces he de encontrarte?
En tantos otros.
En tantas noches como esta.
Eres tú en otros besos.
Eres tú como antes ahora.