Diana Navarro

13 de abril de 2017

Improvisados IV


Me dieron ganas de saltar por todos lados
como un chiquillo necio que salta sobre las tumbas
retando a la muerte incluso
por sentirse lleno de vida.
Disintiendo del no sentido de las cosas
porque toda la coherencia la encuentro en tus ojos
y me hace eco en el corazón;
como si tu silencio me gritara y yo obedeciera
con vista cegada a tu voz.

Me dieron ganas de reirme:
de mí, de mis cosas y el pasado que tanto jodía.
Porque las cosquillas que me haces sin siquiera tocarme
o usar las manos me llegan de todos lados cuando me miras.
¡Es cierto! Qué alegría la que siento
al verte llegar entre las multitudes
que hablando un mismo idioma no me entienden.
Pero tú, cada palabra que pronuncias la escucho diferente
y entonces tus sonidos me conmueven.

A mí, que pocas cosas ya me movían
te acercaste y me dieron ganas de cantar:
al amor, a los amaneceres
y a todo lo que de alguna forma 
a tu nombre me lleve.
Me diste ganas de sacar de mi piel y mis manos
las caricias que estaban dormidas
(seguro que por ti esperando)
y un beso asustado que se muere de ganas
de llegar hasta tus labios.
Debes tener magia en los pies, en el pecho y en las manos.

9 de abril de 2017

El asunto es encontrarnos

El asunto es encontrarnos.
Sé que andas por ahí 
también caminando
sin saber que alguien te está buscando.
A ciegas también
y adivinando si la ilusión que viene
es la correcta.

Por hoy soy solo una silueta
de alguien que quizás alguna vez
también me imaginó
o le pasé por la cabeza.
Con mi cuerpo imperfecto, mi cabello despeinado
y la sonrisa lastimada
pero el corazón enamorado.

Si tú vas por los caminos igual
mirando a tus espaldas
para ver si quien llega encaja con tu amor,
entonces sigue aguardando
por si algún día quien se asome
soy yo.
El asunto es encontrarnos.