No tengo prisa
puedo poco a poco descubrirte.
Disfrutar de tus ojos
tu sonrisa.
Vámonos despacito
para cantarte de cerquita a tu oído
y así sonar muy fuerte
en tu corazón.
No tengo prisa
te guardo en mi calma;
un poema
una noche llena de estrellas.
Por eso
a mí no me interesa quitarte la ropa
ni tenerte en mi cama
sin antes haber flechado tu alma.
Descubrirte las huellas
el perfume de tu cuerpo
tus malo hábitos
tu cabello despeinado.
Vámonos por este camino
a pasos lentos
que yo no quisiera imponerle al corazón
lo que es del tiempo.