Diana Navarro

16 de abril de 2020

Aguaribay


Bajo aguaribay bailas
descalza, sin miedo y sin prisa.
Manos al viento
y cadenas sincronizadas al tararear.
<<¡Viva la vida!>>
imagino que dices
mientras me invitas a moverme al compás.
Prefiero cantar
para ti y para el vaivén que me muestras.
Así te contemplo y aporto a tu andar.
Un, dos, tres
arriba y abajo
y el mundo mejoró al sentir tus pies en el pasto.
Porque eres más humana.
Porque eres plena.
Porque bailas sin que nadie te lo pida pero lo compartes.
Porque es conmigo aunque no por mí.
Porque no te poseo; ni a ti ni a tu baile.
Y sin embargo me lo entregas orgullosa de tus pasos
y respiro del aire que desplazas con los brazos.
Eso basta.
Eso es más de lo que la crudeza de la vida ofrece.
Eso es más que suficiente.
El amor libre
y las manos agitadas.